Hokkaido

VIAJE REALIZADO EN SEPTIEMBRE 2025

Por fin en Japón. La primera vez que lo intentamos fue en el 2020, pero llegó la pandemia y todo se canceló. Luego llegaron las obras de Kasaka y se tuvo que posponer. Sea como sea aquí estoy sin Ana, listo y preparado para recorrer su isla norte, Hokkaido.

Hokkaido es la segunda isla más grande de Japón y la menos habitada de ellas. Aquí la naturaleza lo invade todo. Sus parques nacionales y su costa salvaje son los protagonistas en comparación a la sobrepoblación y carreteras que existen en el resto de las islas del país. Estos factores fueron los motivos por los que me decanté por ella. 

Una vez decidido el destino intenté trazar y buscar rutas de MTB para recorrerla. La más importante es una denominada Transhokkaido la cual atraviesa de sur a norte el centro de la isla recorriendo algunos parques nacionales y sitios asilados de vida humana. Por estos motivos el viaje se diseñaría entorno a esta ruta. Una vez tuve esto claro solo era cuestión de buscar y localizar los sitios por donde quería pasar y listo. El viaje lo realizo como siempre con todo lo necesario para poder pernoctar donde más me convenga.

Me desplazo a Hakodate desde Tokio en el Shinkansen (tren Bala) desde donde iniciaré la vuelta a Hokkaido. Los primeros 4 días, son etapas que he creado con el objetivo de enlazar con la Transhokkaido y en ellas trascurro por la costa con más tráfico del deseado. Recorro algún trozo bonito con playas antes de desviarme hacia el interior a una zona de los lagos de Toya y Shikutsu los cuales son idílicos con aguas cristalinas aptas para el baño. Desde aquí tomo rumbo hacia el inicio de la ruta de MTB donde estreno mi primer camping junto a un lago donde recibo la vista de un biker Japonés con el cual comparto la velada junto al fuego.

La Transhokkaido transcurre atravesando el centro de la isla encontrándome con osos, carreteras cortadas por desprendimientos, pistas abandonadas o cerradas por trabajos forestales, factores que serán el signo y la tónica de la ruta. Estos impedimentos me obligan a dar rodeos no deseados y a tener que abandonar la tierra x asfalto en más ocasiones de las deseadas. A pesar de ello la ruta mereció la pena por los paisajes recorridos llenos de lagos, ríos caudalosos, frondosas montañas y pistas boscosas. La meteorología también fue un factor importante durante el viaje, con días de sol, otros de lluvia y algunos con viento.

Una Vez termina la ruta de MTB recorro el resto de la isla por carreteras segundarias bordeando la costa prácticamente del resto de la isla. La Costa es bastante dispar, hay tramos con bastante tráfico, aunque he de decir que la mayoría no lo fueron, algunos tramos aburridos y muchos espectaculares, con acantilados y rocas basálticas que surgen del agua.

Ha habido tiempo para: descansar en algún hotel con onsen (Aguas termales), comer en restaurantes, buenos ramens o sashimis, conocer gente con la que conversar y otras que me han ayudado dándote alojamiento o con las averías mecánicas con hizo LUI llevándome con su coche 120 km para encontrar un taller de bicis, por ejemplo.

En resumen, ha sido un viaje de sube y baja de emociones con los que he sufrido y disfrutado a partes iguales se podría decir.